CARACTER DE UN GATO BENGALI

El principal trabajo de un criador profesional del gato bengalí es preservar la especie y conseguir como resultado entre cada Cruze al ejemplar más parecido al Leopardo Asiático, pero a la vez conseguir al gato más dócil y cariñoso del mundo. También un factor importante es el trabajo de estudio científico que se realiza en las líneas sanguíneas entre cada cría y selección, haciendo descartes de predisposiciones genéticas a enfermedades, consiguiendo con esto bengalíes de buena genética y salud, reduciendo los riesgos de cardiopatías y entre otras graves patologías que repercutan en excesivos cuidados y gastos veterinarios a futuro etc. En Astro Bengala Siempre a la vanguardia comprometidos con el gato bengalí.

Desde los inicios de la cría selectiva del gato bengalí proveniente del Leopardo Asiático, fueron evolucionando desde la primera hasta la quinta generación, los últimos conocidos como los F5; son los reconocidos oficialmente como gatos domésticos, sin olvidar que antes estuvieron los F1, F2, F3 Y F4, en el transcurrir de todas estas generaciones no solo se seleccionaban para su reproducción a los de mejor aspecto físico para dar continuidad a su dinastía, si no también se seleccionaban a los ejemplares de dócil carácter y mayor sociabilidad, como resultado final un gato de aspecto salvaje pero apasionados y cariñosos.

Los gatos bengalíes al contrario de otras razas no le temen al agua, todo lo contrario, les encanta, esta actitud húmeda es una herencia más del leopardo asiático, los cuales suelen vivir cerca de ríos y son excelentes nadadores y cazadores del agua. Muchos bengalies se bañan con sus dueños o por iniciativa propia en donde ven un pozo se lanzan.

Aprenden a abrir grifos, para ellos es la gloria el agua fresca, son muy inteligentes, también pueden aprender a abrir puertas, cajones, revisar bolsos y compras. Emiten sonidos vocales muy curiosos y atigrados, se pudiera decir que son excelentes conversadores, en su legua gatuna claro está, pero realmente lo único que les hace falta es hablar, porque el vínculo emocional que pueden llegar a conectar con sus dueños es realmente mágico y rápidamente se convierten en un miembro más de la familia, e incluso se llevan bien con otros gatos o perros, pues son bastantes sociales. Son mucho más que cariñosos, les encanta dormir con sus dueños y perseguirlos a todos lados. Disfrutan los paseos al aire libre de vez en cuando a un lugar seguro y con correa, saben relajarse en armonía con la naturaleza,

A diferencia de otras razas tienen un poco más de energía, por eso requieren de atenciones, juegos o sencillamente de un ambiente acogedor para ellos con rascadores y juguetes, tampoco es que duran todo el día despierto, son muy dormilones llegando a tomarse largas horas de siestas y tienen sus momentos de extremada tranquilidad en donde solo se ponen cómodos en total relax.